Seamos sinceros: Nadie tiene la vida asegurada. Sólo en Estados Unidos, fallecen aproximadamente 7300 personas cada día, muchas de las cuales son de origen latino y perecen por causas relacionadas con diabetes, enfermedades renales, alteraciones cardiacas o violencia. Las estadísticas demuestran que la expectativa de vida en el gigante norteamericano ha disminuido durante los dos últimos años, prendiendo las alarmas sobre la prevención en salud y otras situaciones de riesgo.
Sigamos siendo sinceros: Somos latinos y desde chicos nos acostumbramos a pensar que las cosas malas sólo le suceden a los demás, y tratándose de la muerte, aún más. Es así, ¿verdad? El asunto es que olvidamos que es un hecho que tarde o temprano nos va a ocurrir a todos. Ninguno está exento. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Estamos preparados para cuando eso suceda?
Imaginemos que vivimos en un país ajeno al nuestro y que conocemos a muchas personas, quienes, como nosotros, buscan un mejor futuro. Entonces nos hacemos amigos, compartimos momentos gratos y hasta hablamos de nuestras familias. De repente, nos enteramos de que uno de nuestros amigos falleció como consecuencia de una falla cardíaca. Además de la tristeza profunda, quedamos muy preocupados cuando recordamos que nuestro amigo vivía solo y que toda su familia le está esperando en su país de origen. ¿Qué hacemos?
La repatriación de un cuerpo desde Estados Unidos hacia América Latina cuesta alrededor de 12.000 dólares. Mucho dinero, ¿no es así? Pues bien, cuando un latino fallece en USA y no ha previsto tal eventualidad, sus familiares y amigos (dentro de los cuales puedes estar tú) se ven arrastrados a una caótica situación: Sumado al dolor de la pérdida, ellos se ven obligados a conseguir, por todos los medios posibles y de manera urgente, los $12.000 dólares de la repatriación funeraria. Deben invertir tiempo y esfuerzo para hacer los trámites sanitarios, funerarios y del envío del cuerpo o las cenizas a los familiares en el país de origen. Además, la cultura, el idioma y el sistema pueden hacer que el proceso sea un tormento. ¿Difícil? Definitivamente sí y, sobre todo, cuando no se está preparado para semejante dificultad.
Para prevenir todo ese caos y angustia en pleno duelo existen los planes de previsión funeraria para repatriación de PREXCO, una manera fácil y económica de garantizar tranquilidad para los tuyos en los momentos más difíciles de la vida. Pero más que eso, un acto de amor y responsabilidad hacia tu familia y seres queridos pues evitan un problema futuro de grandes proporciones.
¿Cómo funcionan los planes de previsión funeraria para repatriación? Estos planes, mientras te mantengas afiliado y pagando tus cuotas, te protegen a ti y a toda tu familia para que, en caso de fallecimiento de uno o varios familiares en el extranjero, PREXCO se haga cargo de todos los trámites funerarios y el traslado de cuerpo o cenizas hacia Latinoamérica.
Afiliarte a un plan es muy fácil. Lo único que tienes que hacer es:
1. Escoger el plan de PREXCO: Repatriación Funeraria Multilatina que más se ajuste a tus necesidades.
2. Afiliarte a ti y a tu familia presentando cualquier identificación oficial.
3. Pagar cuotas mensuales muy baratas que, sin duda, te convienen porque que sumadas, nunca alcanzarán los $12.000 dólares de un servicio directo de repatriación.
En PREXCO, queremos protegerte, servirte con la maestría que nos han dado nuestros 13 años de experiencia en el sector funerario y demostrarte que cuentas con nosotros porque estamos disponibles para ti en todo momento. Nuestra misión es facilitarte el proceso de repatriación funeraria encargándonos de todos los trámites con agilidad y del envío de cuerpo o cenizas de tus seres queridos con respeto y cuidado absoluto; pero, sobre todo, es garantizar que nuestros afiliados puedan vivir su duelo de manera más tranquila. Eso somos, una ayuda oportuna en el momento más difícil.
¿Tú ya tienes prevista tu repatriación funeraria?