El lugar que ocupa la mujer en el mundo ha tenido muchas transformaciones, fruto, no solo de la tenacidad, sino además del coraje de muchas mujeres que a lo largo de la historia, con su trabajo, han sido referente imprescindible para reconocer y visibilizar.
Entre estos cambios, se encuentra la maternidad, la cual parecía que era obligatoria para las mujeres que contraían matrimonio. No tener hijos era visto como algo raro y todavía hoy negarse a ser madre no cabe en las formas de pensar de algunas personas.
No obstante, las transformaciones son evidentes, muchas mujeres tienen los hijos luego de los treinta y cinco años, otras asumen solas este compromiso, no quieren tener pareja, o deciden ser madres a través de los trámites de adopción, con o sin pareja.
Madres que han cambiado su identidad sexual, o viven con parejas de diferente condición sexual, madres por inseminación, o a través de vientres subrogados.
Son notorios los mitos y símbolos que se han configurado para hablar de la maternidad, dando paso a otras formas de interpretar y asumir esta experiencia. Hay mujeres que narran su maternidad como lo mejor que les ha pasado en su vida, mientras otras inclusive con rabia, expresan que ha sido la peor decisión que han tomado.
La verdad es que la maternidad no siempre viene acompañada de un halo de felicidad y romanticismo y menos en un siglo donde las condiciones laborales, económicas, emocionales y la falta de tiempo son un impedimento para asumir todas las tareas de cuidado y protección que los hijos necesitan.
Y no se puede dejar de lado que ser mamá requiere salud emocional, además de las otras condiciones, para asumir esta responsabilidad que, además de ética, conlleva cultivar la dignidad como mujer y madre.
Lecturas recomendadas:
- Martha Alicia Chávez - Tu hijo, tu espejo
- Cristina Bernes Carro y otros - La maternidad en el siglo XXI
- María Cristina Palacio V. - La Familia. Meditaciones sociológicas en tiempos ambiguos
Fanny Bernal Orozco
Psicóloga experta en Duelo