El impacto emocional que la muerte por suicidio genera en los dolientes

El impacto emocional que la muerte por suicidio genera en los dolientes

Las preguntas que deja la muerte por suicidio en la mayoría de los casos no tienen respuesta, y aún si tuvieran una explicación no es fácil aceptar esta realidad, que además viven muchos dolientes y a la cual se suma la actitud de personas que hablan del suceso desde el estigma y el juzgamiento, sin asomo de empatía y consideración con familiares y amigos. 

El hecho de que no haya despedida, de que sea un suceso inesperado, y que queden asuntos pendientes por resolver, suma a los efectos negativos emocionales y sociales de los que quedan y que sobrellevan esta tragedia sin entenderla.

Los sobrevivientes viven con miedos, dudas, rabia, dolor, desesperanza. Les es difícil asumir su vida cotidiana y ante las exigencias del mundo externo en muchas ocasiones se aíslan y silencian. Para los demás familiares o amigos no es fácil entender el esfuerzo emocional que deben hacer los dolientes para recomenzar su vida, es más a veces son los más cercanos quienes hacen exigencias de una pronta recuperación.   

Frases como: “Hay que seguir la vida”, “No llore que su ser querido ya no está sufriendo”, “A él o a ella no le gustaría verte sufrir”, “Si llora mucho, él o ella se quedan penando por aquí”, son frases vacías que no tienen sentido, no generan consuelo y menos alguna reflexión.

Para los sobrevivientes el camino del duelo les lleva a sentir que hay a partir de este suceso una marca que los identifica y una carga emocional que les impide avanzar en el proceso de aceptación y sanación.

Así las cosas el impacto emocional que la muerte por suicidio genera en los dolientes, requiere un pronto acompañamiento profesional, con el fin de que puedan expresarse; el dolor, el miedo, la rabia, la culpa, la impotencia, el desasosiego y poco a poco se aprenda a recobrar la autoestima, la paz interior  y la esperanza.

¿Cómo ayudarse?

-Es necesario tener con quien hablar de lo sucedido, que sea una persona de confianza y que sepa escuchar sin interrumpir, sin juzgar y sin culpar.

-Buscar ayuda profesional de manera especial en los primeros días, más aún si se está en estrés-postraumático.

-Es terapéutico llevar un cuaderno en el cuel se registren algunos estados de ánimo.

-Caminar

-Leer un buen libro

-Orar

-Meditar

 

Lecturas recomendadas:

Acero, P & Perez, S. (2013). Suicidio cómo prevenirlo y ayudar a los sobrevivientes. Bogotá. Editorial San Pablo.
Alvarez, A (1999). El dios salvaje. Bogotá. Editorial Norma
Bonnett, P. (2012) Lo que no tiene nombre. Bogotá. Editorial Alfaguara.
Montoya, J. (2008). Pérdida, aflicción y luto. Litoservicios. Medellín.
Velasco, O & Castrillón, S. (2015). Suicidio de niños y adolescentes. Editorial Universidad del Cauca.
Guzmán E. (2016) Soltando Amarras. Editorial, Universidad del Rosario. Bogotá.
Carmona, J. (2019) La prevención del suicidio y la afirmación de la vida en una institución educativa. Editorial Manual Moderno-Universidad de Manizales. 
Macho, T. Arrebatar la vida – El suicidio en la Modernidad. Editorial Herder. España. 

 

Por. Fanny Bernal Orozco

Psicóloga experta en Duelo – Centro de Duelo Aurora  

 

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