En muchas ocasiones la muerte llega sin dar aviso, situación que puede dar origen a complejas respuestas tanto físicas como psicológicas. Asumir un duelo en estas circunstancias no es fácil y requiere de apoyo con el fin de prevenir complicaciones que afecten a los dolientes.
Cuando se esta atravesando un duelo, afloran una serie de cambios en la mayoría de las esferas del ser humano: con la familia, en el espacio laboral, con la pareja, económicos, sociales, emocionales. La vida como se había vivido hasta ese momento da un giro, giro para el que no se está preparado, menos aun cuando la muerte es inesperada.
Una de las primeras situaciones a las que se ven enfrentados los dolientes en este tipo de muertes, es que no hay despedidas, no hay abrazos, no hay momentos para acompañar y decirse palabras que ayuden en estos instantes tan significativos. Y esto sumado a las múltiples preguntas que no tienen respuestas que satisfagan a los familiares y amigos.
Por otra parte, cuando hay asuntos pendientes que no se han resuelto, aparecen los sentimientos de culpa que inciden de manera negativa en la tramitación del duelo. Se agudiza el dolor y se puede tornar complicado.
Es necesario entender que, en estas circunstancias, son muchas las pérdidas: pérdida de la persona amada, de los sueños y proyectos, de los rituales cotidianos, de la vida doméstica, de la persona en la que se confiaba y también, a veces, se pierde la esperanza.
Cuando la muerte es inesperada se tienen emociones y sentimientos fuertes que hay que atender. No se debe aplazar el apoyo y el acompañamiento. Mientras más rápido pida ayuda, mejor será para la recuperación y la tramitación del duelo.
Aceptar la realidad de la pérdida es aprender, poco a poco, que el ser querido ya no está físicamente, que se encuentra en los recuerdos, en las palabras y en la manera como el doliente narre la experiencia compartida desde su memoria emocional.
Por lo tanto, para asumir esta dolorosa experiencia, necesita voluntad como recurso fundamental para ayudarse a sí mismo y para aceptar e integrar esta muerte a la vida cotidiana, y para irse adaptando a los cambios y transformaciones que la ausencia conllevan.
¿Cómo ayudarse?
- Darse permiso para la expresión de emociones y sentimientos
- Leer sobre duelo y las reacciones ante la muerte
- Entender que el duelo, no es olvidar, ni dejar de amar
- Hablar de su ser querido y compartirlo con otras personas
- Cuidar su higiene, descanso y alimentación
- Tratar de permanecer acompañado
- Escribir en un cuaderno sus emociones y sentimientos
- Hacer ejercicio físico
- Buscar apoyo profesional para obtener orientación y acompañamiento
Fanny Bernal Orozco
Psicóloga, experta en duelo del Centro de Duelo
Si estás afiliado a PREXCO y requieres apoyo, comunícate con el Centro de Duelo al WhatsApp (+1) 203 343 8111.
PREXCO
Repatriación Funeraria Multilatina