El duelo en los niños es un asunto que cada vez requiere más ayuda y comprensión, debido a lo complejo que es explicarle a un niño el significado de las pérdidas.
En esta ocasión hablaremos del dolor que sienten los niños cuando los padres se separan luego de que se acaba el amor, hay una infidelidad, ya no se soportan como pareja o porque se han agudizado los conflictos en la relación.
Los niños, aunque casi siempre son espectadores del maltrato, los reclamos, las humillaciones o el dolor; pocas veces tienen la posibilidad de hablar de lo que sienten. Los padres metidos en sus líos, poco tiempo tienen para generar momentos y conversar de lo que sucede y de las implicaciones en cada uno de los integrantes de la familia. Por ello, los niños son los más afectados.
Además, aunque los padres jamás hayan escuchado a sus hijos, cuando hay una separación los padres dicen con frecuencia: “mis hijos son tan maduros lo han tomado muy bien”.
Los hijos viven el duelo de la separación con rabia, miedo, dolor, vergüenza y envidia de las familias que siguen unidas. Sienten temor y rabia en las reuniones de los colegios. Un niño decía: detesto cuando hay eventos en el colegio, o cuando los papás vienen juntos a recoger a otros compañeros, o cuando los lunes una profe pregunta que hicimos el fin de semana y los demás compañeros cuentan sus paseos con sus padres.
El duelo por separación en los niños necesita adultos responsables que los guíen con amor y respeto, que les expliquen lo que pasa en casa, que les den seguridad y los acojan con ternura, que sepan escuchar sus quejas, sus miedos y les acompañen cuando el estrés y la ansiedad afloren en sus noches y en sus días.
Necesitan, además, adultos que no los usen de mandaderos: Dile a tú mamá que…Dile a tú papá que… Es decir que no los involucren en sus negociaciones, frustraciones, manipulaciones, y menos que los usen como consuelo.
Los niños requieren que les validen sus sentimientos y emociones y para ello los adultos deben aprender que este tipo de pérdidas necesita un adecuado acompañamiento para sanar y para cuidar su salud emocional y física.
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Fanny Bernal Orozco
Psicóloga experta en Duelo